Australia lanza la controvertida aplicación COVIDSafe para combatir el coronavirus

Australia está actuando con medidas muy severas y rápidas desde que se inició la crisis sanitaria global a causa del nuevo coronavirus Covid-19 aparecido en Wuhan, China, el pasado mes de Diciembre. Así, ya en el mes de Febrero, el mismo día 1, el Primer Ministro Scott Morrison prohibía la entrada en el país de vuelos procedentes de aquella zona, solo aceptando la llegada de vuelos que repatriaran a ciudadanos australianos. El 15 de Marzo, el premier imponía a todo aquel viajero que hubiera llegado al país en las últimas semanas pasar una autocuarentena, y una semana despúes, el 22 de Marzo, hacía extensible el confinamiento al resto de ciudadanos. Solo pocos días después, el día 29, estas medidas se endurecerían aún más. Todo con la intención de conseguir aplanar la curva de contagios por Covid-19 en Australia. Ahora, en un nuevo paso en la cronología de la crisis, y tras semanas de controversia después de su anuncio, el gobierno ha lanzado este domingo, 26 de Abril, la aplicación COVIDSafe, con la que pretende seguir actuando frente al virus, detectando con mayor celeridad los posibles casos de nuevas personas infectadas.

Mucho antes de que la Organización Mundial de la Salud declarara oficialmente la pandemia (razón por la cual se ha criticado desde sectores políticos internacionales a la organización), y en un movimiento de anticipación que trataba de prevenir lo máximo posible la expansión de la enfermedad dentro del país, Australia ya se encontraba firme y en alerta. El cierre de fronteras era el primer paso.

Una acción controvertida, dura, que traía consecuencias serias para el país y su economía, pero que parece haber servido para mantener controlado el brote en cierto modo. Así al menos parece arrojar el dato de contagios y fallecimientos de personas con Covid-19 en Australia, mucho menor que el de otros países. Sobre todo si tenemos en cuenta la proximidad geográfica entre China y Australia, y más aún el altísimo nivel de relaciones entre ambos países.


Es ahora, cuando se empieza a vislumbrar un nuevo escenario, con un nivel de transmisión sostenido muy bajo de la enfermedad, con pocos nuevos casos en los diferentes estados (algunos incluso con incremento cero), en el que las restricciones parece que van a ir levantándose, gradualmente y a diferente ritmo según zonas. Y con ello, llegará la vuelta a una "nueva" normalidad.

Así, para mantener una rápida actuación y proveer de mayor seguridad a la gente, el gobierno ha lanzado la aplicación móvil COVIDSafe. La app, gratuita, voluntaria (no es obligatorio descargarla aunque sí altamente deseable y recomendable) y disponible para descargar en cualquier smartphone, realiza un seguimiento de la movilidad del usuario a través de su teléfono móvil, sin usar el posicionamiento GPS, solo a través del Bluetooth, pero permitiendo a los servicios médicos saber si se ha estado en contacto con alguna persona infectada por Covid-19.

El funcionamiento de la aplicación es sencillo. Al descargarla, el usuario debe introducir sus datos personales, nombre, rango de edad, código postal y número de teléfono, y aceptar su funcionamiento. De hecho es posible utilizar un nombre falso o un alias, pero el gobierno recomienda introducir la máxima veracidad de los datos, para así facilitar el contacto con los ciudadanos. A partir de entonces, si se da un nuevo caso de paciente positivo por coronavirus, el equipo sanitario podrá rastrear los datos del sujeto a través del teléfono del enfermo, y gracias al dispositivo Bluetooth, poder dar con aquellas personas con las que éste pudiera haber estado a una distancia de 1'5 metros durante más de 15 minutos en los últimos 21 días, quedando así expuestas al contagio.


Estos primeros contactos del enfermo serían entonces rápidamente detectados y contactados por parte de los servicios médicos, pudiendo ser tratados y aislados a su vez, en prevención primero de controlar la cadena de contagio, y también poder actuar inmediatamente ante los posibles síntomas presentados de este nuevo potencial enfermo. La app no actúa reuniendo datos de geolocalización, razón por la cual se ha pedido confianza a la gente para descargarla, ya que no quedan registrados o guardados datos acerca de los lugares en los que los ciudadanos hayan estado. Además, toda la información queda encriptada de manera segura.

Pero lo cierto es que no todo el mundo se ha mostrado a favor de esta nueva medida. Ni siquiera dentro del propio gobierno. El ex Viceprimer Ministro, Barnaby Joyce, hizo pública su intención de no descargar la app, al declarar en los medios que "valoro que el gobierno sepa lo menos posible de mí". Hay que decir que Joyce protagonizó un escándalo mediático extraordinario entre 2017 y 2018, cuando el político anunció la separación de su mujer, después de 25 años de matrimonio y 4 hijas en común, para iniciar una relación con Vikki Campion, una exempleada de su gabinete 18 años más joven que él. Negacionista del cambio climático, cristiano antiabortista, contrario al matrimonio homosexual y a las personas transgénero, con inclinación a favor de la pena de muerte, y dispuesto a que se aceptaran refugiados sirios preferentemente cristianos, Barnaby Joyce es una de las figuras políticas más polémicas de Australia.

Tampoco se muestra partidaria de descargar COVIDSafe la líder del partido nacionalista ultraconservador One Nation, Pauline Hanson. La senadora ha repetido en los medios que "no quiero que me monitoricen. No confío en el gobierno", creando mucha discusión en el debate político, ya que el partido derechista es socio principal del Partido Liberal de Australia del actual gobierno de Scott Morrison.

El primer ministro ha reconocido que para conseguir que la aplicación resulte completamente eficaz debe ser descargada por el 40% de la población, unos 10 millones de personas, por lo que el objetivo es llegar a alcanzar esa cifra cuanto antes. Así está animando en sus comparecencias públicas a que los australianos se hagan con este "ticket" hacia su vuelta a la libertad. De cualquier modo, el ritmo no parece ser malo, ya que desde que se lanzó el pasado domingo, en las primeras 24 horas la app fue descargada por 2 millones de personas, doblando las previsiones que el gobierno tenía para ese periodo de tiempo.

Aún con el poco recorrido de la nueva herramienta, muchos usuarios han reportado problemas con ella, y no solo los comprensibles y habituales errores de registro o problemas de experiencia de uso. Se ha denunciado que centenares de ciudadanos que habían descargado la app han recibido mensajes de texto fraudulentos, supuestamente desde un número de teléfono que dice actuar en nombre del gobierno, en los que se les amenaza con denunciarlos por haberse saltado las restricciones de confinamiento. La policía federal ya se encuentra investigando este hecho.


Otros, sin embargo, manifiestan haber recibido otro tipo de mensaje, en el cual se les informa de haber dado positivo en test por Covid-19, solicitando su consentimiento para publicar y compartir sus datos con las autoridades sanitarias de su Estado. Un portavoz del ministerio respondió que no se trata de un error de la aplicación, y que tan solo habría que aceptarlo si un sanitario así lo ordenara, en caso de ser un positivo real.

Pero a pesar de todo lo dicho, según lo publicado por ABC Australia, la preocupación por cómo se manejarán los datos de los australianos se ha incrementado, al conocer que el gobierno ha firmado contratos en otras ocasiones al respecto del alojamiento de datos sensibles con empresas de los Estados Unidos, en concreto con el gigante tecnológico Amazon. La cosa ya se siente crítica con esta información, pero aún lo resulta más al saber que los datos guardados por las compañías norteamericanas podrían ser utilizados por los cuerpos de seguridad estadounidenses, los cuales tienen potestad para acceder a ellos.

El propio Scott Morrison ha rechazado que se vaya a dar esta posibilidad, y desde el gobierno se afirma que los datos son encriptados con total seguridad, y que además serán alojados en servidores de alta seguridad en Australia, protegidos por leyes adicionales que restringirán el acceso solo a profesionales sanitarios. En principio se ha comunicado que los datos de recogidos por los contactos de usuarios serán guardados por 21 días, y que todo quedará eliminado una vez la pandemia haya concluido.

Pero según ha quedado explicado por fuentes oficiales "las claves de las bases de datos se manejarán a través de los servicios de Amazon 'KMS', Key Management System. Este es un servicio de seguridad muy utilizado, y que ya anteriormente ha sido evaluado por la ACSC". La ACSC se refiere al Australian Cyber Security Centre, el Centro Australiano de Ciberseguridad, que es parte de la Australian Signals Directorate, la agencia de ciberespionaje nacional responsable de la ciberseguridad del gobierno.




Fuentes:
https://www.news.com.au/finance/work/leaders/coronavirus-australia-everything-you-need-to-know-about-the-coronavirus-tracking-app/news-story/6ea4f7b151ca8c22953b3dbd21f3ec04
https://www.dailymail.co.uk/news/article-8262921/Users-COVIDsafe-tracking-app-receiving-hoax-text-messages-amid-coronavirus.html
https://www.abc.net.au/news/2020-03-29/public-gatherings-limited-to-two-people-coronavirus-covid-19/12101162
https://www.abc.net.au/news/2020-04-24/amazon-to-provide-cloud-services-for-coronavirus-tracing-app/12176682
https://thenewdaily.com.au/news/coronavirus/2020/04/27/pauline-hanson-covid-app/
https://en.wikipedia.org/wiki/Barnaby_Joyce#Personal_life

Imagen:
https://image.dnevnik.hr/media/images/1600xX/Apr2020/61874221-covidsafe-aplikacija.jpg
https://www.israeldefense.co.il/sites/default/files/styles/full_article_image/public/_Uploads/dbsArticles/Reuters-Morrison-Aus.JPG?itok=uE75o3gO
https://i.dailymail.co.uk/1s/2020/04/28/00/27724320-8262921-image-a-168_1588030230601.jpg






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